ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

La Selección Femenina acarició la clasificación. Tras llegar a ir 15 abajo en varios tramos del partido, luchó hasta el último segundo, dejando patente el carácter que acompaña a una generación de leyenda que tendrá que esperar, quién sabe si sólo unas horas, para cerrar su billete a Tokio 2020.

Como cabía esperar, el plan de China pasaba por aprovechar los centímetros de sus jugadoras. Muy metidas, las asiáticas dejaron claro desde el inicio que el partido de hoy no tendría nada que ver con el del jueves ante Corea. Dos tempraneras faltas de Marta Xargay le obligaron a marcharse el banquillo con 2-6 en el marcador. Fue entonces cuando Alba Torrens asumió la responsabilidad y con un triple y una suspensión dio la primera ventaja a la Selección (7-6). A España le seguía costando encontrar las vías para ver aro con facilidad, pero se mantenía en el choque con su coraje atrás. Los cambios y atención en defensa minimizaban el efecto de Han Xu y sus 205 centímetros. La anticipación defensiva y la entrada de dos bases desde el banquillo (Ouviña y Domínguez) mantuvieron la iniciativa en el marcador de un primer cuarto que concluyó con un 15-12.

El guion no se mantuvo en un segundo acto en el que las faltas personales penalizaron a las de Lucas Mondelo. Con un juego más trabado, China encontró la manera de sumar desde el tiro libre (8/9 al intermedio por ninguno intentado por parte de la campeona de Europa). Los triples de Meng y Liwei hacían despegar al conjunto asiático. Una tímida reacción tras tiempo muerto de Lucas Mondelo colocaba a España a sólo 5 puntos (19-24), pero la reacción se difuminó pronto ante un rival que controlaba el rebote y que obligaba a realizar una mala selección de tiros en la ofensiva. El 21-34 con el que se llegó al descanso obligaba a la Selección a remontar en la segunda mitad.   

Tocaba reaccionar. Alterar el curso del ritmo. De ahí la zona 2-3 con la que se trató de sorprender a las asiáticas. No fue el único recurso táctico empleado. También se probó subiendo las líneas defensivas. Mejoraron las prestaciones respecto al periodo anterior, pero China no daba su brazo a torcer. Se mantenía con una distancia de dos dígitos y respondía a los parciales de las españolas. Eso sí, en una mañana desacertada, el equipo no dejaba de intentarlo. Silvia Domínguez trataba de empujar hacia delante y acciones aisladas de Ouviña, Nogaye, Nicholls y Alba hacían mantener la esperanza.

Quedaba apelar a la heroica. Pero con cabeza. En los diez últimos minutos, la Femenina reencontró sensaciones. De nuevo se lograba correr. La muñeca Xargay y las finalizaciones de Alba levantaron los ánimos. El trabajo de Laura Nicholls al poste hacían creer. Un dos más uno de Torrens, fantástica en los momentos decisivos, puso por delante a la Selección. Pero cuando se rozaba la clasificación, Ting Shao se inventó una sensacional canasta a aro pasado que decidió la contienda. Hasta en tres ocasiones pudo enviar el encuentro a la prórroga España, pero no hubo suerte. Quizás la haya pronto.