Amaya Valdemoro ha añadido este miércoles en Manila (Filipinas) un broche más a su carrera de oro: se ha convertido en la primera jugadora española en ingresar en el FIBA Hall of Fame. Lo ha hecho en una ceremonia espectacular y emotiva, en la que ha compartido honores con varias grandes figuras más de la historia del baloncesto mundial: Penny Taylor (Australia), Yuko Oga (Japón), Katrina McClain (EE.UU.), Wlamir Marques (Brasil), Yao Ming (China), Liem Tjien Siong / Sonny Hendrawan (Indonesia), Angelo Monteiro dos Santos Victoriano (Angola), Carlos Loyzaga (Filipinas) y Zurab Sakandelidze (Georgia), éste último a título póstumo.

Junto a Amaya ha estado, en representación de la FEB, su directora de Competiciones, Elisa Aguilar, amiga y compañera durante muchos de los años en que ambas fueron dos de las grandes referencias del baloncesto femenino español, tanto con la Selección como en su trayectoria en clubs.

La FIBA reconoce de este modo la exitosa trayectoria deportiva de Amaya Valdemoro, una jugadora que hizo de la intensidad y la competitividad una de sus grandes banderas profesionales.

Con la Selección Española participó en 4 ediciones de la Copa del Mundo (1998, 2002, 2006 y 2010), en la última de las cuales conquistó la medalla de bronce. También representó a España en dos Juegos Olímpicos (2004 y 2008). Y especialmente brillante es su palmarés en los Eurobasket: participó en 8 ediciones y se colgó un total de 5 medallas: plata en 2007, bronce en 2003, 2005 y 2009, y sobre todo el oro de 2013, en la que fue su despedida de la Selección, que compartió con Elisa Aguilar.

No menos espectacular fue su trayectoria en clubs, tras debutar en la Liga Femenina con sólo 15 años de edad. Su palmarés es impresionante: 8 títulos de Liga, 9 Copas de la Reina y 4 Supercopas. Ganó además la Euroliga 1993 con el Dorna Godella, y en sus vitrinas lucen también 3 anillos de la WNBA con la camiseta de las Houston Comets.

Desde este miércoles, pues, Amaya Valdemoro comparte con la histórica entrenadora María Planas el honor de ser las dos primeras españolas en figurar en el FIBA Hall of Fame. Planas formó parte de la Promoción de 2022.

“Se lo dedico a Miki Vukovic, Elisa Aguilar, a mis padres…”
Ha sido una jornada de emociones para Amaya. “Hasta esta mañana, cada vez que pensaba en el Hall of Fame me emocionaba, y hoy a medida que ha ido avanzado la jornada he tenido unos nervios tremendos. Sobre todo porque cada vez que ensayaba el discurso me saltaban las lágrimas”.

En su intervención en el momento de ser proclamada oficialmente miembro del FIBA Hall of Fame, ha asegurado, entre otras cosas, que “este premio lo dedico a cuatro personas. Una es mi entrenador Miki Vukovic, que fue para mí un referente y el que más creyó en mí. A Elisa, con la que coincidí desde los 13 años y llevo toda una vida tanto deportiva como de amistad unida a ella, y con la que hemos vivido momentos importantísimos”. De Elisa ha añadido: “Me encanta vivir este momento a su lado. A mí me ha tocado ser la primera jugadora española en el Hall of Fame de la FIBA y espero y deseo que ella derribará un muro importantísimo para la mujer como primera presidente de la FEB”.

Y por supuesto un emocionadísimo recuerdo para sus padres: “Y cómo no, también se lo dedico a mi padre y a mi madre, que ya no están con nosotros, y a toda mi familia, que siempre me ha apoyado. A mi madre la perdí con 18 años, y mi padre es la persona que más me ha apoyado y sin duda alguna ha sido el MVP de mi vida”.

Si olvidarse de “todas mis compañeras, rivales, entrenadores y entrenadoras, y también me reconocimiento a María Planas, que hace un año pudo vivir la emoción que yo he vivido en este día, una entrenadora pionera de nuestro baloncesto femenino, la primera española en figurar en este Hall of Fame”.