MIGUEL PANADÉS / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

España no pudo conseguir una nueva victoria en un campeonato extraordinariamente igualado. La falta de acierto en momentos claves del partido impidió derrotar a una Francia, como siempre, con un impresionante nivel atlético. El domingo afrontará sin embargo la “otra final”, la del bronce, esa que nuestras selecciones siempre juegan con la máxima ambición.

Abrió Francia el partido con 7-0 inicial que se convertía en la primera declaración de intenciones. Dureza defensiva, capacidad atlética para rebotear en defensa y en ataque y talento interior para atacar. Pero España había planteado el partido con la intención de trabarlo desde una inteligente y trabajada defensa de ajustes que poco a poco fue acoplándose hasta encontrar por momentos la perfección. Xargay primero, Luci Pascua después y Ana Cruz sumaban punto a punto acercando a nuestra selección hasta un 15-13 del final del primer cuarto. La tela de araña diseñada por Mondelo provocaba un tremendo atasco en un ataque francés que vivía de los tiros libres, especialmente de Gruda. La aparición de Alba Torrens y aunque de manera más esporádica de Ndour, nivelaban primero el marcador para conseguir, tras un brillante final, acabar la primera por delante gracias un triple sobre la bocina de Silvia Domínguez (29-31).

Pero en el descanso Francia estudió hasta el último detalle cómo atacar esa zona de ajustes española y con las ideas frescas consiguió un parcial inicial de 10-4 que provocó un tiempo muerto de nuestro seleccionador (39-35 minuto 24) con la consecuente reacción de la mano de un juego más conjuntado (42-39, 25’). Francia se intentaba escapar y España reaccionaba continuamente en un partido de máxima exigencia, física y mental. Nuestro equipo volvía a individual pero no impedía que hacia el final del tercer cuarto la ventaja gala volviese a ampliarse (46-39) reducida a pocos segundos de un final de cuarto muy negativo para nuestros intereses con una inoportuna pérdida de balón que significó una ventaja de Francia, 51-46, a diez minutos del final.

En el desenlace llegó la tensión llegó a máximo nivel. España situaba nuevamente la defensa zonal a la que sólo Gruda con su peculiar tiro fue capaz de responder pero esa eficacia atrás de las nuestras no obtenía la misma rentabilidad adelante en la que una serie de desafortunadas acciones dejó sin sumar a un España que entraba en los últimos tres minutos seis puntos abajo (58-54) y con Ndour eliminada por cinco faltas. Faltaba inspiración ofensiva en ese último cuarto y aún así las nuestras tenían opciones de acercase aún más. Pero un triple galo de Dumerc a 1,37 del final llevaba al luminoso un casi definitivo 61-54. Una canasta de Ana Cruz, otra de Marta Xargay acercaban a tres puntos a España, con posesión de balón. Un triple Alba Torrens buscaba el empate a diez segundos del final pero… esta vez no entró. Dos tiros libres de Dumerc sentenciaban el partido y la campeona decía su trono. España jugará por el bronce.