Dos días de descanso después de una primera fase perfecta que dejó a Rusia fuera de la lucha por el título. Ya en Lille, España consiguió la cuarta victoria consecutiva, en esta ocasión ante una Eslovaquia que se jugaba el ser o no ser.
ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB
España se trasladó de Vannes a Lille para continuar la segunda fase del
Europeo 2013. De los 16 equipos que comenzaron el campeonato se habían caído en una sorprendente primera fase la actual campeona: Rusia; la Ucrania de
Iagupova, la Letonia de
Steinberga y la Lituania de
Petronyte (en una debacle de las selecciones de la antigua Unión Soviética).
España (con un balance de 2-0) se enfrentaba a
Eslovaquia (0-2) que se encontraba con un match ball en contra en su objetivo de pasar a cuartos.
Lucas Mondelo no quería que la relajación y la intensidad de su rival provocara algún susto, pero el 22-9 del primer cuarto fue definitivo para tener un partido tranquilo (el marcador final fue
80-44).
Sancho Lyttle continuó con su excelente momento de forma (18 puntos en tan solo 20 minutos) y con la ayuda de una
Marta Xargay acertada en el triple se fue al descanso doblando a Eslovaquia en el marcador (44-22). Buen momento para rotar a las jugadoras, dar descanso a los más castigadas y minutos de juego a las menos habituales.
Las doce jugadoras estuvieron, al menos, 10 minutos en la pista, con buenos minutos de juego de Laura Gil y Laura Nicholls. 35 puntos anotados por el banquillo de Lucas Mondelo, que afirmó que
“antes del partido teníamos tres objetivos principales. Primero, ganar. Segundo, si el encuentro lo permitía, probar cosas diferentes y tercero, rotar a todas los jugadoras ya que la carga física es alta. Logramos todo esto, así que estoy feliz.”