KIKO MARTIN (Budapest) / COMUNICACIÓN FEB

El camino escrito por esta selección en el Campeonato de Europa aporta nuevos matices a sus anteriores versiones. Mondelo ha cambiado el ‘libretto’. “Mitad por necesidad mitad por elección” como le gusta decir al Seleccionador de esta España que ya no suena a grupo de rock sino a banda de Jazz que trabaja para crear un sonido propio. Encontrar la manera de distinguirse de las demás. No tocar nunca lo mismo dos noches seguidas. Rebelarse contra el pensamiento único, el que hace que cada día todo sea igual. Es el estilo que emana de su capitana Laia Palau, cuya sociedad con Lucas Mondelo ha creado el ecosistema necesario para que esta selección no forme ángulos rectos, ni bordes definidos. Ese es su secreto.

Cada actuación es una improvisación orquestada. A partir de unas normas cada jugadora tiene su papel, su espacio para integrarse o destacar en momentos para hacer un solo. Esas sesiones, interpretadas al ritmo que marca su capitana, hacen de España un rival tan imprevisible como temido por los rivales y admirado por los aficionados. Acción, reacción. Los automatismos se mezclan con la inspiración tanto en ataque como en defensa para reinventarse en cada partido.

MONDELO “EL PARTIDO DE LAS EMOCIONES”
En este escenario España afronta su actuación más importante de los últimos años. Montenegro, en frente, es una selección de tanto talento como anarquía al administrarlo. Una bomba de relojería que lucha contra el crono para recuperar a tiempo a su estrella caída Dubljevic, que dejó huérfano al equipo por problemas físicos. La talentosa base Skerovic, tomó el testigo y trabaja junto a la temible tiradora Jovanovic y a la pívot nacionalizada Angel Robinson para recomponer un equipo acostumbrado a vivir en las trincheras. Para Lucas Mondelo Montenegro representa “el estilo balcánico. Un equipo de talento inagotable y ADN parecido al de España. Son guerreras y, pese a las bajas, poseen un quinteto de Euroliga. El del jueves será, más que nunca, un partido de control de emociones” 

PALAU, LA EQUILIBRISTA DEL PARQUET, APURA SU TIEMPO
No le queda mucho tiempo y apura sus apariciones en la pista depurando las gotas de su esencia. El mejor baloncesto que le queda dentro. El que mezcla, talento, experiencia y la ilusión de una novata con 20 años de actuaciones en la mochila. Interpreta cada acción como asombrada por la anterior, como si cada roce con el balón corrigiera un error del pasado que viene a su cabeza a una velocidad de vértigo para ir un paso por delante de sus defensoras. Su melodía nunca acaba exactamente igual pero en su juego reina una lógica que guía a sus compañeras a través de un camino que parece reescribirse a cada momento. Por eso ante Montenegro Laia espera “dar un paso más. Hemos trabajado mucho para llegar aquí y ahora en estas condiciones. El equipo está creciendo y podemos dar más, pero hay que pasar una nueva prueba”

La prueba se llama Montenegro y tras ella está la lucha por las medallas. Reto superlativo para un equipo que quiere más y que está mostrando al mundo un baloncesto que no muchos pueden digerir, pero del que todos estamos disfrutando.